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Agotamiento, mala alimentación e infodemia, la realidad de los intensivistas en pandemia

Comparto esta nota periodística, publicada por el Diario El Popular, y desde mi punto de vista psiquiátrico doy mi aporte. Es cierto que con los trastornos psiquiátricos se lucha con la pulsión de muerte en forma constante, es lo que tiene la locura o la alienación mental. Hay una coincidencia con los médicos de terapia intensiva o internistas, quienes luchan permanentemente con la muerte y lo viven de manera naturalizada, no siendo afectados en lo personal. Pero en esta Pandemia, ambas profesiones están siendo afectados personalmente y a veces no encuentran palabras para ayudar al otro.




Edición Anterior: 4 de Julio de 2021

EDICIÓN IMPRESA // LA CIUDAD

En la primera línea

Agotamiento, mala alimentación e infodemia, la realidad de los intensivistas en pandemia


Médicos de esa especialidad se reunieron en un conversatorio junto con psiquiatras y reflexionaron acerca de los principales desafíos y obstáculos en medio de la pandemia.



A un año y medio de una pandemia mundial sin precedentes, médicos psiquiatras e intensivistas coincidieron en que el contexto los puso en un lugar impensado, el de pedir ayuda y contención, en un contexto sociosanitario en el cual además la locura y la muerte cobraron una significación inédita en tanto "tema tabú para la sociedad", lo que tiende a agravar la situación de "burnout" (agotamiento mental) ante la exigencia de los familiares de que "hagan todo" para salvar vidas de aquellas personas afectadas por la pandemia. Esas fueron algunas de las reflexiones que cobraron cuerpo en "De locuras y de muertes", que reunió por primera vez en el marco de un conversatorio a psiquiatras e intensivistas, en el cual abordaron también el estigma que suele pesar sobre ambas especialidades, las razones que las hacen proclives al burnout, la noción de finitud y cómo se vieron impactadas la labor y la vocación en el actual contexto pandémico. Los profesionales coincidieron en que el poco descanso y falta de esparcimiento, mala alimentación, pocos elementos de seguridad personal, el miedo a contagiarse, la infodemia, los familiares y la necesidad de adoptar decisiones que les tocan tomar a ellos es abrumador para el personal de salud. El conversatorio reunió a voces de la Sociedad Argentina de Terapia Intensiva (Rosa Reina, presidenta; Analía Occhiuzzi, directora del Comité de Bioética; Juan Carlos Tealdi, quien además es director del Comité de Ética y Programa de Bioética del Hospital de Clínicas) y de la Asociación de Psiquiatras Argentinos (Santiago Levín, presidente; Elisa Sbriglio; Aymará Pinster, quien coordina el Servicio de Salud Mental y Adicciones del Hospital Santa Teresita de Chubut; y Martín Nemirovsky, quien es subdirector de la revista de psiquiatría Vertex y es uno de los directivos de Proyecto Suma, una ONG dedicada a la salud mental comunitaria). Reina apuntó que los intensivistas "nunca" han "solicitado ayuda, salvo algún caso personal" y destacó que el mito que sobrevuela al médico de terapia intensiva es que "si puede lidiar con la vida y la muerte de una persona, no necesita ayuda personal". "Muchos de los intensivistas terminan presos de adicciones. Creen que pueden manejarlo todo y en esta pandemia no tenemos presente que necesitamos ayuda. Hemos puesto una aplicación para aquellos que necesitan contención y el porcentaje de adhesión es bajo. No podemos manejar todo", sostuvo la médica. Por su parte, Santiago Levín calificó como un "logro importante" el encuentro virtual entre ambas especialidades médicas, "en momentos que se viene advirtiendo por la situación de las terapias intensivas y de la salud mental de todos los trabajadores de la salud". "Las guardias de 24 horas son inadmisibles a esta altura, al igual que el pluriempleo y las instancias formativas de los residentes, quienes deben atender los casos más graves en vez de que lo que hagan los colegas con más experiencia", advirtió el titular de APSA. Occhiuzzi reflexionó que "con la psiquiatría tenemos la coincidencia de patologizar todo, incluso las formas de vida y las formas de muerte. Muchas veces nos falta el recurso de la palabra y pensar al paciente de manera integral. Este tema nos chocó de frente en la pandemia, nos cuesta darle sentido a las palabras, a la comunicación con los familiares". "Ninguno de nosotros está preparado para esto", indicó a su turno Pinsker, y agregó: "Menos desde el punto de vista emocional; muchas veces nos sentimos desbordados, pero hay que pensar que no es necesario soportar todo".

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