EXPERIENCIAS SEXUALES TRAUMÁTICAS
En mi trayectoria no he tenido muchos casos de experiencias sexuales traumáticas. Lo más común es que difícilmente los pacientes lo expresen y se necesita un trabajo intenso de parte del terapeuta, con mucha experiencia en entrevistas psiquiátricas-psicológicas y fuerte conocimiento en sexología.
Un ejemplo de trauma sexual son los incestos heterosexuales y homosexuales; en ambos casos repercuten muy seriamente en la parte evolutiva sexual de los niños. Las reacciones más comunes están relacionadas con terrores o rabias después de haber sido abusados. Hay que estar atentos al comportamiento de estos niños que lamentablemente los adultos a veces dejan pasar por alto y en la juventud afectan estos temas enquistados reaccionando negativamente ante conversaciones relacionadas con el sexo.
Lo curioso es que cuando se sinceran admiten muy íntimamente sus sensaciones de placer pero aparece lo que es muy mortificante, gran vergüenza y profunda culpa.
Hago hincapié en que estas experiencias repercuten en casi todas las etapas de la vida sexual, siempre esta latente y por eso resultaría beneficioso hacer catarsis o desahogo.
Hay que trabajar en disminuir las ansiedades y angustias que bloquean el funcionamiento normal de la sexualidad.
Es bueno que los terapeutas busquemos hechos relacionados con lo que es abuso sexual y así poder manejar mejor cuando se hable del tema con el paciente, trabajando convenientemente en terapias que pueden llevar de 3 a 18 meses o más.