La salud del corazón, estres y sexualidad
Adjunto dos artículos y para contribuir sugiriendo que como factor coadyuvante de las enfermedades cardiovasculares, como complemento hay que generar vínculos de pareja armónicos y sustentables, a través de gustos semejantes y que puedan compartir actividades físicas liberadoras, de toda índole, como baile, canto, teatro, pintura, paseos en bicicleta, deportes, adaptando esto a todas las edades.
Una de las principales preocupaciones de los afectados al corazón es la continuidad de la vida sexual y la posibilidad de ayudas farmacológicas que existen en la actualidad, salvo raras excepciones que pueden estar contraindicados, el acto sexual es una manifestación liberadora de tensiones emocionales que repercute en todo el cuerpo humano de manera favorable, por eso es que hay que encontrar profesionales de todas las especialidades que tengan este tema presente y no cerrarse en la patología cardiovascular solamente, que si sucede en un primer momento, es traumática psicológicamente.
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En la Argentina se realizan unas seis angioplastias coronarias por día en personas jóvenes
Las obstrucciones cardiovasculares y los infartos no se dan exclusivamente en los adultos mayores. Dolor en el pecho, en el brazo izquierdo, sudoración y falta de aire, entre los principales síntomas.
Controlar la salud cardiovascular no debe ser sólo una preocupación de los adultos mayores. El corazón joven también tiene riesgos: según el Colegio Argentino de Cardioangiólogos intervencionistas (CACI), cada día en la Argentina un promedio de entre seis y siete personas menores de 40 años son sometidas a procedimientos de revascularización mediante cateterismo, es decir, a través de una angioplastia coronaria. Entre los factores de riesgo que contribuyen al desarrollo de la enfermedad coronaria temprana destacan el tabaquismo, la diabetes, la historia familiar de enfermedad coronaria precoz, alteraciones en los lípidos, hipertensión arterial y obesidad. En tanto, los especialistas recomiendan tomar en cuenta al estrés en esta lista. Tanto los infartos agudos de miocardio como los síndromes coronarios, suelen desencadenarse en los adultos jóvenes durante o luego de una actividad física intensa, frecuentemente anaeróbica, y en personas que no hacen deportes periódicamente. "Según nuestros reportes, se realizan por año en la Argentina más de 40 mil angioplastias transluminales coronarias (ATC), de las cuales el 6 por ciento corresponde a adultos jóvenes, que son aquellos ubicados en el rango de entre 25 y 40 años", refirieron desde el Colegio, y destacaron la importancia de adquirir y mantener hábitos saludables y de realizar actividad física de acuerdo al nivel de entrenamiento individual: "muchos eventos en personas jóvenes ocurren durante o luego de una actividad física intensa, frecuentemente anaeróbica, y en individuos que no hacen deportes habitualmente", insistieron. Mejor pronóstico Leandro Lasave, médico especialista en Cardioangiología Intervencionista sostuvo que "el éxito de los procedimientos en estos pacientes es elevado, cercano al 100 por ciento, y se ha ido incrementando a lo largo del tiempo asociado al desarrollo tecnológico y al mejor conocimiento de la enfermedad". De acuerdo al especialista, "contribuye también que la persona joven presenta una mejor condición anatómica y clínica de la obstrucción, generalmente con arterias menos calcificadas, lesiones únicas y más focales, y además están clínicamente mucho menos comprometidos por otras patologías que los adultos mayores". En cuanto a la proporción de los procedimientos en este grupo de pacientes, 8 de cada 10 corresponden a varones, lo que en gran medida se explica por la protección hormonal que tienen las mujeres durante la edad fértil. Otra de las características de la patología cardiovascular en adultos jóvenes es que la enfermedad se presenta, en general, en una sola arteria, contrariamente a lo que ocurre con los mayores de 50 o 60 años, en los que mayoritariamente suelen estar afectadas dos, tres o más, lo que empeora el pronóstico. Detección Los especialistas coincidieron en que gracias a los nuevos métodos diagnósticos no invasivos de alta sensibilidad y especificidad, hoy es posible -en muchos casos- detectar la enfermedad antes de un evento agudo y tratarla con éxito, y remarcan que es imperativo tomar verdadera conciencia ante la aparición de los primeros signos y acudir en ayuda médica en forma precoz. Entre los principales síntomas que pueden estar indicando la presencia e un evento coronario, destacaron dolor en el pecho, sudoración, falta de aire, dolor en la mandíbula y cuello y dolor en el brazo izquierdo o en ambos brazos. Aunque hay consenso respecto de que hoy existe un mayor conocimiento sobre los factores de riesgo cardiovasculares, desde el Colegio de Cardioangiólogos son enfáticos al sostener que todavía hay mucho camino por recorrer: "la concientización médica y de la población acerca de que los eventos coronarios no son sólo patrimonio de los hombres mayores, sino que también hay que buscarlos en pacientes jóvenes y en mujeres, ayuda a que más personas accedan al tratamiento", sostuvo Pablo Pérez Baliño, médico especialista en Cardioangiología Intervencionista.
El estrés, factor de riesgo
Entre otras recomendaciones, desde el CACI proponen que todas las personas mayores de 30 años conozcan su perfil lipídico, su glucemia y su presión arterial, más aun si son fumadores o si tienen antecedentes de infarto en la familia. Como medida preventiva, resaltan además la actividad física aeróbica rutinaria y la consulta precoz ante la aparición de los primeros síntomas. De acuerdo con Martín Cisneros, también especialista en Cardioangiología "un factor de riesgo a tener en cuenta también es el estrés", ya que se considera que "en el mundo actual ya se considera que casi todos los pacientes tienen determinada carga de estrés". Mientras que Pérez Baliño añadió que "también tenemos que tener muy presente que el cigarrillo y las sustancias que pasan al torrente sanguíneo, en especial la nicotina, provocan disfunción del endotelio, que es la capa de células que tapiza por dentro la arteria y que entre otras funciones tiene una participación muy activa en la regulación del tono vascular". "Cuando es irritado por este tipo de sustancias, puede provocar espasmos y rupturas de la placa que se formó en el interior de la arteria. Lo mismo provoca la cocaína, pero con un efecto mucho más potente", agregó. En relación con las recomendaciones para la etapa posterior a la realización de una angioplastia coronaria, promueven una serie de cambios en el estilo de vida, que además deben ser sostenidos en el tiempo: dejar de fumar, bajar de peso, controlar la diabetes, los lípidos (colesterol, triglicéridos) y la presión arterial. También el apoyo psicológico y nutricional, y un plan de actividad física regulado por un especialista. "Solemos ver cómo tras una intervención existe una primera etapa donde la mayoría de los pacientes cumple con el tratamiento médico y las medidas preventivas. Pero luego de un período de tiempo en el que se sienten bien, muchos abandonan medicamentos y/o medidas higiénico-dietéticas. Esta situación a su vez se da más en hombres que en mujeres, y entre los factores de riesgo modificables, el que más cuesta erradicar es el tabaquismo", completó Cisneros.